La osteocondrosis torácica es una enfermedad degenerativa común. Hay síntomas específicos de osteocondrosis torácica, lo que indica el inicio de la patología. En las etapas iniciales, la incomodidad no molesta mucho al paciente, por lo que no tiene prisa por buscar ayuda de un especialista. Con el tiempo, los síntomas se intensifican, lo que obliga al paciente a acudir al médico, donde se encuentra una patología desatendida. Debe averiguar por qué signos tempranos se determina la osteocondrosis y qué métodos de tratamiento son más efectivos.
¿Qué es la osteocondrosis torácica y cómo surge?
La osteocondrosis de la región torácica se caracteriza por la aparición de procesos distróficos destructivos en la sección media de la cresta. La destrucción se localiza entre las vértebras octava y diecinueve. Para saber qué vértebra está afectada, es necesario realizar estudios de diagnóstico precisos. La osteocondrosis de la región torácica suele ir acompañada de formidables complicaciones, como prolapso o hernia. Sin complicaciones, la enfermedad es rara, ya que la destrucción del tejido del cartílago conduce inevitablemente a la destrucción de todo el marco vertebral.
Cuando un paciente desarrolla un trastorno circulatorio o desgaste de las articulaciones relacionado con la edad, el anillo fibroso ubicado en la cavidad del disco intervertebral comienza a colapsar, perdiendo su estructura normal. Dado que la destrucción es lenta, en las etapas iniciales aparecen microfisuras, a través de las cuales se filtra el núcleo pulposo.
A medida que el componente interno se filtra, el anillo fibroso comienza a debilitarse, lo que conduce a un estiramiento y ruptura gradual. Cuando el núcleo pulposo sobresale, se produce una hernia intervertebral, que es la complicación más común de la osteocondrosis. La patología implica daño al tejido del cartílago, lo que causa un malestar significativo. El dolor de espalda severo también se asocia con síndromes neurológicos que se desarrollan por pellizcos o irritación de las raíces nerviosas.
Síntomas de la osteocondrosis mamaria.
En la etapa inicial, el paciente no siente molestias, por lo tanto, en esta etapa, la enfermedad solo puede detectarse por casualidad. La enfermedad tiene muchos síntomas que pueden disfrazarse como otras patologías.
Los síntomas de la osteocondrosis torácica se pueden sentir por las siguientes manifestaciones:
- Respirar es dificil. Surgen problemas, que se manifiestan por dificultad para respirar y una sensación de falta de aire. Esto indica daño a las vértebras torácicas y la médula espinal.
- El síntoma principal es el dolor en la zona del pecho. También hay una sensación de presión en el corazón, que recuerda bastante a un ataque isquémico.
- La incomodidad ocurre cuando la espalda se dobla. A medida que avanza la enfermedad, aumenta el dolor en esta posición.
- En el contexto del deterioro de la circulación sanguínea, hay una sensación de frialdad en las extremidades inferiores o superiores.
- Dolor en el pecho en el contexto de hernias intervertebrales emergentes. La incomodidad a menudo se siente con más fuerza en el lado izquierdo o derecho del área afectada.
- Molestias en la garganta y dificultad para tragar. Si hay irritación de las terminaciones nerviosas en la parte superior de la región torácica, aparece tos.
- Las mujeres pueden experimentar dolores en el pecho que no están relacionados con cambios cíclicos o desequilibrios hormonales.
- Aparece una sensación de hormigueo o ardor en la zona de las piernas y los pies.
- El cabello y las uñas se vuelven quebradizas y opacas.
- El herpes zóster ocurre con menos frecuencia.
- El dolor en la espalda y el pecho ocurre al mismo tiempo.
- Con menos frecuencia, hay molestias en el estómago, el hígado o el páncreas.
- La aparición de dolor rígido en las costillas, lo que indica neuralgia intercostal.
- Hay signos de condrosis y compresión del tórax, una patología similar.
- Hay problemas en el trabajo del tracto gastrointestinal. Siente náuseas, pesadez en el estómago.
- En los hombres, puede disminuir un poco la libido. Los problemas surgen en la esfera genitourinaria.
- Al estar de pie o sentado durante mucho tiempo, se produce una gran incomodidad.
- Hay un fuerte dolor de cabeza acompañado de mareos. Pueden aparecer migrañas con aura.
- El paciente a menudo desarrolla neuralgia intercostal.
- El dolor puede irradiarse al cuello o la espalda baja.
Si encuentra en el agregado osteocondrosis torácica y sus signos o algunos de ellos, es necesario consultar urgentemente a un terapeuta, neurólogo, ortopedista. Además, estos síntomas deben ser alertados en ausencia de problemas con el tracto gastrointestinal, el sistema cardiovascular y los pulmones.
También hay síntomas agudos y subagudos. Si, con una exacerbación de la osteocondrosis de la región torácica, el paciente experimenta un dolor intenso que priva al paciente de la capacidad de trabajo y solo puede observar el reposo en cama, entonces el curso subagudo es lento y no limita significativamente la actividad motora del paciente.
Un signo claro de una lesión lenta: no hay dolor agudo. Los síntomas en la etapa subaguda se borran. Sin molestias con los movimientos corporales básicos, como inhalar, estornudar o girar. Una persona no sufre de dolor en un sueño, por lo que se facilita el proceso de quedarse dormido.
Para que el curso subagudo de la enfermedad no empeore y entre en remisión, se deben observar reglas importantes:
- Está prohibido levantar pesas.
- No puede inclinarse bruscamente.
- Está prohibido permanecer sentado o de pie durante mucho tiempo. Una persona a menudo inconscientemente en este estado asume una postura que es perjudicial para la columna, por lo que hay una carga excesiva en la cresta, lo que conlleva otra exacerbación.
- Evite la hipotermia. Se ha demostrado que el incumplimiento de un régimen de temperatura confortable para el cuerpo se convierte en una exacerbación del proceso inflamatorio. La humedad también es perjudicial para las articulaciones.
La duración del curso subagudo es individual. Si sigue las recomendaciones médicas, el paciente se librará por completo de las molestias en 2-3 semanas. Si el tratamiento conservador y el descanso no ayudan, y el paciente comienza a sufrir náuseas, mareos y debilidad, es urgente consultar a un especialista. Tales síntomas indican una reagudización.
Grados de desarrollo de la osteocondrosis de la región torácica.
Hay 4 etapas clínicas de la enfermedad, durante cuyo inicio el paciente desarrolla signos de patología:
- En la etapa inicial, no hay síntomas clínicos. La primera etapa ocurre en el contexto de la aparición de procesos destructivos en el cartílago y el tejido óseo. En la primera etapa, tampoco hay ruptura ni estiramiento del anillo fibroso, por lo que tampoco hay hernias. Pueden detectar protuberancias iniciales y signos de degeneración del cartílago.
- La segunda etapa se presenta con dolor o malestar leve. Un paciente atento busca un médico, por lo tanto, la osteocondrosis de la región torácica se detecta rápidamente. Las personas que no desean visitar a un especialista aún pueden soportar la segunda etapa, utilizando los remedios disponibles, pero la automedicación no será suficiente durante mucho tiempo. En esta etapa, pueden aparecer los síntomas neurológicos más comunes, que incluyen dolor de cabeza, ardor en la zona interescapular, dolor en el cuello y aumentos repentinos de la presión arterial. También en esta etapa, hay un aumento de la destrucción degenerativa en la columna: sobresale el anillo fibroso, lo que conduce a la aparición de una hernia intervertebral de la región torácica.
- La tercera etapa ya es difícil para el paciente. Se desarrollan síndromes neurológicos persistentes, que incluyen dolor irradiado constante en los omóplatos, brazos, clavícula y espalda baja. El paciente puede presentar trastornos somáticos y autónomos, lo que indica una alteración en el funcionamiento del sistema nervioso. El paciente a menudo está atormentado por náuseas, dolores de cabeza incesantes, mareos, dolores de espalda. También pueden aparecer signos cardíacos, gastroenterológicos o pulmonares disfrazados de la enfermedad. En esta etapa, hay una desmineralización activa del tejido óseo y cartilaginoso. Hay tendencia a lesionarse.
- La última etapa es la cuarta. En el contexto de la osteocondrosis y la hernia, surgen consecuencias irreversibles: la movilidad de los discos intervertebrales se pierde por completo y el tejido cartilaginoso en lugar de un curso prolongado de inflamación se reemplaza por osteofitos. Para eliminarlos, se requiere una operación.
Para no llevar el cuerpo a un estado similar al de la etapa 3 o 4, es mejor visitar a un médico a la menor señal. Cuanto antes se detecte la enfermedad y se inicie la terapia, más rápido el paciente volverá a la normalidad y aprenderá a vivir con osteocondrosis. El proceso patológico destructivo no se puede detener por completo, pero se puede ralentizar llevando un estilo de vida saludable, usando medicamentos y realizando gimnasia diaria. Cuanto más tarde el paciente acude al médico, más difícil es detener el síndrome de dolor severo asociado con la degeneración del tejido del cartílago.
Factores de riesgo y causas de la enfermedad.
No hay una razón exacta que cause cambios destructivos en la columna. Un papel importante en la aparición de patología se atribuye a un factor hereditario. Se ha comprobado que las personas que sufren de inactividad física tienen más probabilidades de tener problemas con la cresta que las que hacen ejercicio con regularidad. Además, la actividad física excesiva puede provocar la destrucción del cartílago a una edad temprana.
El adelgazamiento y la destrucción de los discos intervertebrales están estrechamente relacionados con la sobrecarga espinal. Si los músculos no son lo suficientemente fuertes y la espalda está sujeta a una sobrecarga regular, se produce la destrucción del tejido del cartílago.
Qué razones pueden causar la osteocondrosis:
- Obesidad. Cuando tiene sobrepeso, hay una fuerte presión de peso en la columna. Como resultado, se produce una destrucción prematura del tejido óseo.
- La presencia de una anomalía en la estructura de huesos y cartílagos. Tales problemas se plantean incluso durante el período de desarrollo intrauterino.
- Asimetría congénita de los espacios intraarticulares en las articulaciones intervertebrales del tipo de anomalía del tropismo, lo que contribuye a la aparición de un proceso degenerativo-distrófico en la columna vertebral.
- La presencia de espasmo muscular, espondilosis, puntos gatillo crónicamente persistentes y trastornos vasculares en la región torácica. Estas patologías también contribuyen a la aparición de osteocondrosis de la región torácica.
- Exposición prolongada a vibraciones en la columna en posición sentada. Un ejemplo de trabajo es un conductor de minibús o autobús.
- Esfuerzo físico frecuente asociado con levantar objetos pesados. Algunos ejemplos son el trabajo como cargador o las actividades deportivas profesionales.
- Tabaquismo y abuso de alcohol. Las personas con estilos de vida poco saludables son más propensas a tener falta de minerales en sus cuerpos y mala circulación, lo que lleva a problemas de espalda.
- Estilo de vida sedentario. Con una actividad física insuficiente, se produce una lixiviación acelerada de calcio, que se asocia con procesos metabólicos deficientes. Como resultado, los huesos se vuelven frágiles. Además, el tejido muscular se atrofia, por lo que la carga en la columna aumenta considerablemente. El resultado es dolor, malestar frecuente con un esfuerzo físico mínimo.
Debido a los discos intervertebrales, se proporciona suficiente movilidad de la cresta. Los discos intervertebrales juegan un papel de amortiguación. Con el desarrollo de la osteocondrosis, se produce un proceso acelerado de desmineralización, se pierde la humedad vital de las articulaciones. Esto conduce a malestar, disminución de la movilidad en la columna.
Los factores de riesgo de la osteocondrosis mamaria incluyen:
- Edad avanzada. En las personas mayores, se produce una degeneración natural, por lo tanto, después de los 40 años, la enfermedad se detecta con más frecuencia.
- Mujer. En las niñas, hay períodos que contribuyen a la lixiviación activa de calcio de los huesos: embarazo y menopausia. Sin el apoyo farmacológico adecuado, es probable que ocurran enfermedades de la columna.
- La presencia de trastornos hormonales, enfermedades endocrinológicas. Si el paciente tiene diabetes mellitus o hipotiroidismo no compensado, la degeneración del disco intervertebral puede ocurrir a una edad temprana.
- Inmovilización prolongada. Si el paciente está enfermo y tiene que estar acostado durante mucho tiempo, se producen procesos atróficos en los músculos, lo que provoca dolor de espalda.
- Lesiones de espalda previas. Cuando se estiran los ligamentos y tendones, aumenta el riesgo de osteocondrosis en la región torácica.
- La presencia de escoliosis. Una mala postura en el futuro provocará graves problemas de columna, como osteocondrosis y hernia.
Diagnóstico de osteocondrosis torácica
Si el paciente sospecha problemas de espalda, es necesario consultar a un terapeuta. El médico realiza un examen general del paciente, pregunta sobre las quejas, mide la presión arterial. Si existe la sospecha de un problema neurológico, se deriva al paciente a un especialista limitado: un traumatólogo, neurólogo u ortopedista.
En la cita con un especialista especializado, también preguntan sobre las quejas, realizan un diagnóstico inicial del paciente. Sobre la base de un examen visual, se prescribe un conjunto de medidas de diagnóstico, que incluyen:
- Radiografía. Con la ayuda de una radiografía, puede evaluar el estado del sistema esquelético en términos generales. Si el paciente tiene una hernia u osteocondrosis, se pueden notar indicios de patología: la distancia entre los discos intervertebrales se reducirá y, a veces, se nota un oscurecimiento en el sitio de la supuesta hernia. Si los resultados de la imagen no le convienen al especialista, hay que seguir buscando la causa del dolor y las molestias.
- Tomografía computarizada o resonancia magnética. Los métodos de diagnóstico más precisos que le permiten examinar con precisión el estado del foco de inflamación en la imagen. Se puede ver una imagen más detallada en la resonancia magnética, pero si hay contraindicaciones (la presencia de un marcapasos o prótesis en las articulaciones), se prescribe una tomografía computarizada. La TC es una radiografía mejorada que le permite ver en detalle el hueso, el tendón y el ligamento. La imagen muestra la imagen en forma de una imagen tridimensional, por lo que los detalles del daño son claramente visibles.
- Análisis de sangre bioquímico y general. Estos análisis son necesarios para evaluar la salud del paciente. Si se encuentra un aumento en los leucocitos, ESR, esto indica un proceso inflamatorio activo en el cuerpo. Con la destrucción activa del tejido óseo, se encuentran niveles reducidos de calcio y una deficiencia de colecalciferol (vitamina D3) en la sangre.
- Gammagrafía de columna. El método de investigación revela la destrucción activa del tejido óseo. El tejido óseo débil es muy susceptible a la fragilidad. El método revelará la tendencia y los signos de degeneración.
Para diagnosticar la enfermedad, debe acudir a un especialista experimentado. Para el diagnóstico final, se necesita un cuadro clínico completo, teniendo en cuenta varios métodos de investigación de laboratorio.
La osteocondrosis torácica de la columna vertebral requiere diferenciación junto con las siguientes patologías:
- Espondilopatía dishormonal.
- Patologías del sistema urinario, que incluyen urolitiasis, cistitis o pielonefritis.
- Enfermedades del sistema cardiovascular, excepto arritmia sinusal, taquicardia y angina de pecho.
- Enfermedades del tracto gastrointestinal, que incluyen pancreatitis crónica, úlceras de estómago y duodenales, síndrome del intestino irritable.
- Lesiones previas, fracturas.
- Tumores en el pecho, incluso de curso maligno.
- Artritis reumatoide (determinada por un análisis de sangre para proteína C reactiva, prueba reumática y VSG).
- Osteomielitis de la columna.
- Proceso inflamatorio agudo.
- Espondiloartritis anquilosante.
- Espondilolistesis.
Tratamiento de la osteocondrosis de la columna torácica.
Para ralentizar la progresión de la enfermedad, se necesita un enfoque integrado de la terapia. En las etapas iniciales, solo se muestra la terapia conservadora, que consiste en el uso de medicamentos y métodos de tratamiento de fisioterapia. En casos avanzados, cuando el paciente tiene grandes hernias y un grado pronunciado de degeneración ósea, se prescribe una operación. No se automedique en casa. Los remedios caseros no eliminan la osteocondrosis de la columna torácica.
¿En que casos se realiza la cirugía?
La osteocondrosis iniciada de la región torácica afecta negativamente la calidad de vida del paciente. Si el paciente tiene un malestar constante que interfiere con la vida normal, teniendo en cuenta la falta de efecto del tratamiento con medicamentos, se puede ofrecer una solución quirúrgica al problema.
Las indicaciones absolutas para la cirugía incluyen:
- Falta de sensibilidad en la vejiga y los intestinos.
- Si la sensibilidad en las piernas desaparece y el paciente pierde la capacidad de moverse de forma independiente.
- Parálisis debido a un fuerte crecimiento excesivo de la hernia.
En otros casos, el paciente toma la decisión de eliminar la formación de hernias de forma independiente. Si la enfermedad realmente trae una angustia severa y la condición del paciente no mejora en el contexto del tratamiento conservador, los médicos recomiendan la cirugía.
Tratamiento farmacológico de la osteocondrosis de la columna torácica.
Durante el período de exacerbación, el médico tratante prescribe varios medicamentos necesarios para su uso con el fin de aliviar el proceso inflamatorio. El período agudo se caracteriza por un dolor intenso que solo puede aliviarse con medicamentos. Si se toma suficiente medicación, el paciente mejora. Solo un especialista experimentado puede recetar medicamentos; la automedicación es inaceptable.
La osteocondrosis de la columna torácica se trata con los siguientes medicamentos:
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroides, analgésicos o analgésicos. Estos medicamentos están diseñados para aliviar rápidamente el dolor de espalda asociado con un proceso inflamatorio activo. El efecto de tomar pastillas o inyecciones se siente al día siguiente. Tomar cualquier medicamento del grupo de AINE se acompaña de efectos secundarios con un uso prolongado, por lo tanto, los expertos recomiendan limitar el uso de medicamentos al período mínimo, no más de 1-2 semanas. Los analgésicos son más perjudiciales para la mucosa gástrica, causando gastropatía e inflamación. Los pacientes en riesgo reciben ciertos medicamentos diseñados para proteger la mucosa gastrointestinal. Algunos ejemplos son los inhibidores de la bomba de protones, los bloqueadores del receptor de histamina H2, los antiácidos. Las personas con úlceras y gastritis están mejor si evitan el uso de AINE o toman análogos modernos con un efecto selectivo.
- Relajantes musculares. Estos medicamentos son muy eficaces para tratar la espasticidad muscular. Alivie el dolor asociado con la tensión muscular. Actúan sobre los puntos gatillo ubicados en el tejido muscular pellizcado. Cuanto más se sobreesfuerza una persona, mayor es su número. Los relajantes musculares eliminan bien la tensión en los músculos y, por lo tanto, exhiben un efecto analgésico. Debe tomar medicamentos en un curso, la duración promedio de la terapia es de al menos 2-4 semanas.
- Vitaminas del grupo B. Asignar B1, B6, B12 en forma de inyecciones con una composición combinada. En grandes dosis, estas sustancias tienen un efecto analgésico y tienen un efecto positivo sobre el sistema nervioso. Los fármacos neurotróficos son eficaces para tratar el dolor asociado con las raíces nerviosas pinzadas. Con la ayuda de la nutrición, es imposible reponer la norma de estas sustancias necesarias para lograr un efecto terapéutico, por lo tanto, se prescriben en forma de medicamentos. La duración promedio de un ciclo de inyecciones es de 2-3 semanas. Luego, si es necesario, cambian a tabletas.
- Ungüentos antiinflamatorios, geles. Si el dolor es tolerable y las formas sistémicas de AINE están contraindicadas, se recetan medicamentos externos. La ventaja de los remedios externos es que no provocan efectos secundarios. En casos raros, pueden aparecer alergias en la piel, pero la pomada no causará deterioro gastrointestinal o sanguíneo de laboratorio. Otra ventaja de los productos para exteriores es la posibilidad de uso a largo plazo. Puede frotar los geles hasta por 4 semanas, después de lo cual se toman un descanso. El esquema y la duración de la terapia los determina el médico tratante.
- Honroprotectores. Se trata de sustancias complejas que se utilizan para nutrir el tejido cartilaginoso de las articulaciones. Es necesario usar medicamentos durante un curso prolongado, al menos seis meses, después de lo cual se toman un descanso de 2-3 meses y se repite el curso de la terapia. Dentro de 2-3 meses, se utilizan formas inyectables de liberación, ya que se absorben mejor. Luego cambian a un tratamiento de apoyo, incluido el uso de tabletas. Es importante comprender que la medicación no detiene la destrucción del tejido del cartílago. Solo crean una nutrición adicional, lo que ralentiza los procesos degenerativos que ocurren en los huesos y las articulaciones.
- Preparaciones complejas de calcio y vitamina D3. Se ha comprobado que los habitantes de las latitudes norteñas no obtienen suficiente vitamina D3, debido a que la actividad solar es baja durante todo el año en esta región. Para deshacerse de la hipovitaminosis, es necesario tomar suplementos de colecalciferol en invierno y otoño en cursos mientras la actividad solar sea mínima. Sin esta vitamina, la asimilación de calcio y otros minerales es imposible. Debido a una deficiencia prolongada de calcio, con el tiempo se produce un adelgazamiento del tejido óseo, por lo que una persona sufre osteocondrosis y otras complicaciones. El calcio y D3 se absorben mejor en combinación, por lo que se prescriben preparaciones complejas. La dosis y el curso de administración deben ser prescritos por el médico tratante.
Como complemento del tratamiento, se pueden prescribir homeopatía, antiespasmódicos y multivitamínicos complejos.
Terapia conservadora para la osteocondrosis mamaria.
Durante el período de recuperación, el paciente debe prestar suficiente atención a la rehabilitación. Cuanto más cuidadosamente mantenga la salud el paciente, menos frecuentes serán los ataques de la enfermedad.
Los tratamientos conservadores más efectivos incluyen:
- Terapia de ejercicios. Con la ayuda de ejercicios, el paciente aprende a mantener la espalda recta, fortalece el corsé muscular. La fisioterapia se puede realizar a cualquier edad, varias veces a la semana. El complejo se selecciona individualmente, teniendo en cuenta las características anatómicas del paciente. Comience la ejecución gradualmente, al principio no gastando más de 5 minutos al día. A medida que mejoran las cualidades físicas, el paciente aprende a hacer ejercicios más difíciles durante un período de tiempo más largo.
- Corsé de apoyo. Los dispositivos anatómicos sirven para apoyar los músculos debilitados, si existen contraindicaciones para su fortalecimiento. El paciente elige un vendaje en función de la altura y el tipo de cita. El médico tratante debe seleccionar el modelo apropiado. La duración y el patrón de uso se asignan individualmente. No puede usar un corsé las 24 horas del día, de lo contrario, los músculos de la espalda se debilitarán aún más.
- Masaje. En la práctica médica, los masajes son uno de los métodos más populares y, al mismo tiempo, efectivos de tratamiento conservador, en presencia de osteocondrosis de la región torácica en un paciente. Durante el período de recuperación, los músculos necesitan apoyo adicional. Es útil cuando el flujo sanguíneo mejora temporalmente y los músculos sobreextendidos se aflojan utilizando la técnica correcta. Debe asistir a sesiones de especialistas varias veces al año en los cursos.
- Fisioterapia. Los procedimientos de fisioterapia están muy extendidos en la práctica traumatológica, ortopédica y neurológica. Con la ayuda de los procedimientos, se mejora el flujo sanguíneo local, se usan medicamentos sistémicos externamente y el aparato actúa sobre los tejidos dañados. Como resultado, los músculos se calientan y el proceso inflamatorio crónico se elimina en el área afectada. Ejemplos de procedimientos médicos: magnetoterapia, terapia de ondas de choque, electroforesis.
Con menos frecuencia, se prescriben terapia manual y acupuntura.
La osteocondrosis de la región torácica es una enfermedad grave si se inicia. Para evitar que la enfermedad avance de manera aguda, es necesario tratar la patología de manera integral.